Tras veinte días de trabajo en el denominado ‘Sitio SADOS‘, personal de la Dirección Provincial de Museos rescató una importante cantidad de objetos de valor patrimonial que fueron trasladados al CADIC.
El equipo de trabajo estuvo conformado por el Dr. Francisco Zangrando, la Dra. en Arqueología e investigadora del CADIC, CONICET, Angélica Tívoli y el Lic. Martín Vázquez.
El trabajo de rescate fue requerido por la Secretaría de Cultura a través de la Dirección Provincial de Museos y Patrimonio y la Dirección de Desarrollo Urbano Ambiental y Ordenamiento Territorial Municipal a solicitud de la Empresa Habitar y en el marco de lo establecido por la Ley Provincial N° 370 y la Nacional N° 25.743.
En declaraciones a FM MASTER`S, el Director en Arqueología encargado de los trabajos en San Martín y Onas explicó el saldo del trabajo en el sitio que se presumió que contaba con 100 años de antigüedad. “Se excavaron 30 metros de profundidad y lo positivo es que se recuperaron una importante cantidad de materiales en un contexto adecuado para su estudio».
Se trata de puntas de arpones, fabricadas por los primeros grupos canoeros que habrían llegado a lo que es hoy Ushuaia hace 6500 años, durante una segunda segunda oleada migratoria y que contaban con otra tecnología y otra adaptación al mar. El rescate incluyó «restos de alimentación de los pueblos originarios, las herramientas que usaban para procesar los animales que consumían como punta de arcón confeccionadas de huesos, ornamentos, en base de ello pudimos reconstruir el pasado”, explicó.
En este sentido indico que por los materiales “se hace sospechar de una ocupación de 5000 años, obviamente hay que esperar los resultados de los laboratorios por lo cual tenemos mucha expectativas de que así sea”.
Otro caso para destacar es que “el rescate en el centro de la ciudad nos hace profundizar de la historia de la Bahía de la ciudad, una historia que comenzó mucho antes de lo que conocemos. A través de este recuperación nos permite reconstruir un conocimiento en una línea de tiempo muy extensa”, entendió el profesional en arqueología.
En este caso puntual era previsible encontrar esos rastros ya que en la década del 70 cuando se construye esa escalera se da conocimiento de espacio. “Cuando se tomo la decisión de hacer una edificación, el paso previo era el rescate arqueológico. Lo interesante es que el lote de al lado no esta previsto pero al pasar las maquinas, vimos que el sitio de extendía, así debimos trasladar el trabajo”.
Como conclusión es que “no podemos presumir que no existan evidencias arqueológicas por debajo de la calle San Martín y esto no es el primer caso. De acá en mas cualquier actividad que quiera hacer se requiere los estudios de impacto necesarios para predecir evidencia de un patrimonio arqueológicos o no”.