El presidente de la Cámara Hotelera Gastronómica de Ushuaia brindó información sobre los bajos índices de ocupación hotelera en la ciudad en el invierno, y profundizó sobre los fundamentos de esta crítica situación.
José Luis “Pepe” Recchia, presidente de la Cámara Hotelera Gastronómica de Ushuaia, ofreció una evaluación detallada sobre la disminución en los índices de ocupación hotelera durante la temporada invernal en la ciudad, destacando varios factores que explican esta situación. Recchia, por FM Master’s, señaló que la tendencia a la baja no es exclusiva de Ushuaia, sino que se ha observado a nivel nacional, afectando particularmente a los destinos turísticos dependientes del turismo interno. Esta realidad ha golpeado especialmente a los alojamientos de menor categoría.
“La baja de la ocupación ha sido generalizada en todo el país, hablando puntualmente del turismo nacional donde años anteriores había algunas situaciones de beneficios para el que viajaba, se ha restringido notablemente en todo el país”, explicó, aludiendo a la falta de incentivos que en temporadas pasadas favorecieron el movimiento turístico. Ushuaia, no obstante, ha sido una de las ciudades menos afectadas en términos relativos, aunque las cifras siguen reflejando un impacto notable.
Recchia detalló que otros destinos turísticos han experimentado caídas mucho más pronunciadas, mencionando que “en nuestro destino también, no en la cantidad o porcentaje del resto del país”. Los destinos de nieve, en general, lograron cierta estabilidad en algunos periodos del invierno, aunque la baja fue evidente en todo el sector.
En cuanto a la distribución de la ocupación según las categorías de alojamiento, el presidente de la Cámara Hotelera explicó que los hoteles de mayor categoría -de tres estrellas en adelante- lograron mantener cifras de ocupación más favorables. “En las categorías más altas, de 3 estrellas para arriba, 4 y 5 puntualmente, es un promedio de 80%, 85%, 60%, varía por ahí. Y después de tres estrellas para abajo, ahí ya viene un notable porcentaje menor”, señaló, indicando que los establecimientos más modestos, como cabañas y bed&breakfast, rondaron un 45% a 50% de ocupación durante el invierno.
Uno de los fenómenos que comenzó a emerger en las categorías más bajas es el regreso de muchos establecimientos al mercado de alquiler tradicional a largo plazo, en lugar de ofrecer alojamientos temporarios para turistas. Según Recchia, este cambio responde en parte a la complejidad que implica mantener un negocio de alquiler temporario. “Cuando uno tiene un solo departamento y por ahí ya está jubilado, no sé, del Estado o donde sea y te quieres ir a Córdoba y te están llamando a las 11 de la noche porque el calefón no prende… esto es un dolor de cabeza, entonces lo paso directamente como estaba antes”, explicó.
También mencionó la competencia desleal que enfrentan los alojamientos formales frente a aquellos que operan sin la habilitación correspondiente. Este es un problema recurrente en el sector, ya que quienes no cumplen con las normativas suelen ofrecer precios más bajos, lo que genera una desventaja competitiva. “La competencia desleal de aquellos que no están habilitados y no están pagando los servicios comerciales, con los que ya están habilitados”, expresó, agregando que los negocios formalizados tienen ventajas como la posibilidad de contar con seguros.
En cuanto a la regulación del alojamiento temporario, se mostró optimista sobre el futuro, aunque reconoció que aún queda mucho trabajo por hacer para establecer normas claras. “Se va a ir regulando de a poco entendemos y ojalá sea así. El alojamiento temporario se instaló en el mundo, no solamente en nuestra ciudad”, afirmó, subrayando que este tipo de alojamiento afecta especialmente a los pequeños establecimientos como cabañas y bed&breakfast.
Finalmente, José Luis Recchia hizo referencia a la falta de datos concretos sobre el impacto económico del turismo en Ushuaia. A pesar de los esfuerzos de la Secretaría de Turismo de la Municipalidad por registrar la información disponible sobre los turistas que llegan a la ciudad, hay una necesidad de mayor precisión en la cuantificación del impacto del turismo en términos económicos. “Cuánto han invertido realmente en turismo las empresas en el destino, eso es algo que siempre hemos querido hacer”, señaló, insistiendo en que debería existir un mecanismo más eficiente para identificar cuántos ingresos genera el turismo en la ciudad.