Avisó que el jueves se empezará a negociar «un nuevo programa» y dijo que espera que eso suponga «nueva plata». Sin divisas del agro, con China en stand by e inversiones cero, el funcionario está en el ojo de la tormenta por no cumplir la misión que se le asignó.
Hay una única razón por la cual Luis Caputo fue designado ministro de Economía en el Gobierno de Javier Milei. Su metier fue, es y será conseguir dólares por diferentes vías. Pero casi de la misma manera que en el Gobierno de Mauricio Macri, el ex Goldman Sachs atravesó 6 meses de gestión sin tener divisas de inversiones, del agro y con el swap de China frenado, lo cual volvió a dejarlo abrazado al Fondo Monetario (FMI). En un congreso organizado por la consultora Libertad y Progreso, el ministro avisó que «estamos en el proceso de la revisión del Fondo que va a ser el 13 y a partir de ahí empezaremos a negociar con ellos un nuevo programa. No lo estamos anunciando ahora porque lógicamente primero hay que acordarlo con el Fondo y eventualmente tratar de que con ese nuevo programa llegue nueva plata». Sin dar mayores detalles, anunció la toma de nueva deuda por una razón central: cuando asumió, Milei -quien ya lo había criticado por su vicio de tomar deuda- le pidió conseguir volúmen de dólares para salir del cepo cambiario. Hoy, su estabilidad política en el Gabinete depende enteramente de ese préstamo, que tiene sus complejidades.
Una curiosidad: este anuncio, en medio de un salto de los dólares y el riesgo país, parece un contraataque discursivo a la volatilidad de los mercados, que hoy cuestionan la incapacidad política de Caputo y el Gobierno de Milei de sacar leyes y conseguir divisas. En paralelo, se da cuando el organismo que comanda Kristalina Georgieva viene demorando el desembolso de 800 millones de dólares de la última revisión. Esa demora es política, dado que el ajuste de Milei es más fuerte que el que pedía el Fondo pero no están convencidos de que el Gobierno pueda sostener en orden la crisis económica y social.
Un dato extra: fuentes que conocen cómo se mueve el organismo en los Estados Unidos dijeron a Página I12 que, en general, el FMI suele pedir dos cosas para soltar dinero: la primera, una devaluación; la segunda, especial para Argentina, suba de retenciones a las exportaciones. Si bien el Fondo aceptó la competencia de monedas que propone Milei, para llegar a eso precisa cierta paridad cambiaria que hoy no existe. Hace tiempo le vienen sugiriendo a Caputo una devaluación, pero el ministro se niega argumentando que «el presidente está obsesionado con bajar la inflación, y no quiere que nada altere ese objetivo». Otro punto de riesgo de la movida de Caputo son las elecciones presidenciales en los Estados Unidos: los libertarios están seguros que Donald Trump volverá a la presidencia y será validador político de otro desembolso. En el país del Norte no lo tienen tan claro: el FMI ya tiene con Argentina el crédito político más grande su historia, el otorgado a Macri, que le significó al organismo una razzia total los cuadros que firmaron el pacto. No quieren otro escenario igual.
¿Argentina crece?
«El renacer de la libertad en Argentina y el mundo» se llamó el evento donde habló Caputo. Allí, aseveró también que «hoy estamos creciendo y en condiciones de que la inflación vaya a niveles absolutamente normales».
Asimismo, consideró que «el país tuvo la convicción de votar un presidente que se animó a tomar las medidas que algunos hoy quieren subestimar, pero que nadie se animó a tomar en 100 años». Y agregó que «se llegó al equilibrio fiscal en el primer mes; algo que en teoría era imposible alcanzar ni siquiera en los cuatro años de mandato . Eso se logró cuidando a los más vulnerables»
Ante empresarios, comentó además que «no es una casualidad que las cosas hayan mejorado. Es una causalidad. Cuando uno hace las cosas bien, las consecuencias son buenas. El problema argentino fue que durante 100 años nos metieron en un cuento y durante 20 años directamente entramos en una estafa piramidal». En esta línea, destacó que «el resumen más concluyente de esto es que pasamos de una hiperinflación casi garantizada a tener créditos hipotecarios».
Con o sin ley
Por último, el ministro habló de la Ley Ómnibus, que se debatirá este miércoles en el Senado. «Es muy bueno que la ley pase porque es una ley que beneficia a todos los argentinos . Va a ser un acelerador, un potenciador de la recuperación de la situación económica», dijo.
Aclaró que, «sin embargo, la votación de la Ley no va a alterar el hecho de que este país se va a recuperar porque este gobierno no va a cambiar el rumbo. El orden macro va a seguir y el país se va a recuperar igual».
En ese contexto, cerró manifestando que «toda la oposición sabe que esta ley favorece a los argentinos, y es la razón por la que mucha de la oposición no la quiere votar. El superávit que tengamos producto de la recuperación, lo vamos a devolver en baja impuestos».