El meteorólogo por excelencia de la ciudad de Ushuaia, profesor Gabriel Karamanian, analizó desde el punto de vista climática, las muy variables condiciones meteorológicas presentes tanto en la zona de la capital fueguina como de la ciudad de Río Grande.
En pleno verano, Ushuaia y Río Grande experimentan una dinámica meteorológica inusual. El profesor Gabriel Karamanian, experto en meteorología de la ciudad de Ushuaia, desglosó pro FM Master’s la complejidad climática de la región fueguina.
«En épocas estivales, es común enfrentarnos a una inestabilidad marcada. Todo se acelera en términos meteorológicos, con pequeños frentes fríos y calientes sucediéndose rápidamente en los últimos 15 o 20 días», afirmó Karamanian.
La previsión inmediata destaca un aumento de la precipitación el lunes, seguido de un martes y miércoles marcados por frentes caliente y frío, generando precipitaciones continuas. No obstante, Karamanian vislumbró una mejora hacia el jueves y viernes, con menos nubosidad y temperaturas superando los 13 o 14 grados.
El experto atribuyó esta variabilidad a factores geográficos. «Con vientos suroeste, la nubosidad se concentra junto a la montaña. Los aportes húmedos del sudoeste generan condiciones distintas a ambos lados de la cordillera. A medida que avanzas al norte, la nubosidad disminuye» explicó didácticamente.
El fenómeno se intensifica debido a la altura media de la cordillera, aproximadamente 1,000 metros, que actúa como barrera climática: «La cordillera crea diversidad meteorológica: vientos del sudoeste provocan un efecto zonda, concentrando humedad del Pacífico al este y dejando el oeste seco y cálido».
En contraste, vientos del noreste o noroeste generan un escenario opuesto, con humedad al oeste y cielos despejados al este. Este juego meteorológico revela la influencia crucial de la cordillera en el tiempo cambiante de Ushuaia y Río Grande durante el verano.