“La justicia con las pruebas y los testimonios sabrán resolver el caso”

Por Fabiana Morúa. A más de un año del crimen de Jeannette Anabella Valladares Gutiérrez (30), Walter Daniel Castellano (41) se sentó en el banquillo de los acusados por el femicidio de la joven el 20 de diciembre de 2020, camino a Río Colorado. De esta forma, el martes 5 de abril comenzó el juicio oral contra el acusado.

Fue el primer debate oral y público por un femicidio que se desarrolló en el Centro Judicial de Monteros. El caso fue investigado por la Unidad Fiscal de Investigación y Enjuiciamiento de Graves Delitos contra la Integridad Física; la cual está a cargo de Mónica García de Targa. La investigadora señaló que, antes del crimen, la víctima era sometida a violencia física, emocional y económica por parte de Castellano.

Además, la fiscalía propuso la declaración de 31 testigos entre allegados, familiares, efectivos policiales, personal del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF) que intervino en la escena del crimen; así como personal de salud del Hospital Parajon Ortiz de Famaillá que atendió a la víctima hasta su deceso. También se presentaron más de 30 pruebas documentales y materiales.

Tiempo Fueguino conversó con la madre de la víctima, Cristina Anabella Gutiérrez: “Quiero que se haga justicia por el femicidio de mi hija, que los jueces den una condena ejemplar a Castellano. La familia cree en la justicia, tenemos fe de que ellos, las pruebas y los testimonios sabrán resolver con sabiduría, verdad y justicia el caso”. A su vez, “agradezco la labor del abogado Dr. Ariel Zurita y de la Fiscal Mónica García de Tara porque están haciendo un trabajo impecable”.

T.F: ¿Qué sintió cuando le informaron sobre el comienzo del juicio?

C.A.G: “Cuando me informaron volvieron tantos recuerdos a mí, sobre todo el momento que mi familia de Tucumán me dio la noticia más difícil para cualquier madre: “La mató, Walter la mató a Jeannette”; “está muerta, la acuchilló”. Esos momentos quedarán grabados para siempre. El juicio es revivir nuevamente con tristeza, pero también con alegría porque, después de 1 año y 4 meses, llegó el día tan esperado”.

T.F: Con el juicio en marcha por la paz de su hija, ¿cómo vive el día a día?

C.A.G: “Todavía surgen sentimientos de mucha tristeza y creo que nunca se irá, la nostalgia por la ausencia de mi Jeannette porque al tomar conciencia de que ya no está con nosotros y que sus hijos no tienen a su madre, me regocijo de pena y amargura”. Sin embargo, Cristina expresó que “tengo bronca por lo que el asesino le hizo a mi hija, sabiendo que ella lo amaba. Jeannette y toda la familia confiaba en él y así terminó con la vida de mi hija por celos, obsesión, sentirse dueño de ella y tratarla como su propiedad”.

Gutiérrez les expresó a las familias que “la forma de vida bajo la que estamos criadas, debe cambiar. El patriarcado debe terminar, las familias debemos educar a nuestros hijos y darles herramientas necesarias para que se construyan en base a la igualdad y el respeto”.

“Nadie es más que el otro, somos diferentes y debemos respetar esa diversidad. A los hijos varones debemos educarlos para que no sean ‘autoridad’ de familia, sino en el sentido del cariño porque amar a una persona no es adueñarse del otro, ni el hombre ni la mujer”; expresó. A su vez, sostuvo que “va a costar mucho arrancar esta cultura de la sociedad para que se noten los cambios. Este femicidio es un caso más que quedará en la memoria de muchas personas que conocían a mi hija y a mi familia; así, en ellos estará el comienzo del cambio”.

Gutiérrez afirmó que “mi niña ya no está, pero están sus hijos que me llenan el alma de felicidad y tengo la seguridad de que serán quienes hagan ese cambio de vida y cuando sean adultos vivan en igualdad, diversidad, amor y tengan certeza de que la justicia existe”. Remarcó que “sé que Jeannette está en paz, feliz porque sus hijos están bien, seguros, protegidos, crecen con mucho amor y libre. Me queda recordar el amor que tengo hacia ella, lamento mucho lo que le pasó y haberla dejado en manos de un asesino”.

T.F: Su familia y usted ¿recibieron asistencia por parte del Estado, asociación o movimiento en Tierra del Fuego?

C.A.G: “Hubo mucha contención a toda la familia en el momento del femicidio, sobre todo con los niños. Nos brindaron asistencias psicológicas, la Defensoría Municipal de Río Grande estuvo siempre presente; la Secretaría de la Mujer, Género y Diversidad; la Subsecretaría de Políticas de Género y Violencia, Niñez y Adolescencia de Tierra del Fuego como de Tucumán”.

También agradeció la asistencia de “la legisladora Andrea Freites que nos ayudó a salir de la provincia para viajar a Tucumán cuando sucedió el asesinato porque es complicado salir de la Isla en momentos de urgencias”. Asimismo, agradeció “al intendente Martín Perez que nos acompaña incondicionalmente; al gobernador Gustavo Melella que se puso disposición en todo momento. A todas las personas que están presente, que nos ayudan psicológica, económica, personal y emocionalmente”.

Nombró a “MUMALA (Mujeres de la Matria Latinoamericana, Tucumán) que nos acompañó siempre a través de marchas, haciendo escuchar la voz de Jeannette y de otras mujeres que ya no están. Al movimiento Evita de Famaillá-Tucumán, quienes inauguraron un merendero con el nombre de mi hija con el objetivo de contener y solventar las necesidades de niñas, niños y adolescentes; como de las familias”.

Destacó que “el Merendero Jeannette Valladares es en su memoria, muchos la conocían, era defensora, caritativa, preocupada por las personas más vulnerables y de los animales en situación de abandono”.

Finalmente, Cristina detalló que “agradezco enormemente a todas y todos los que nos acompañaron en esta lucha que es de todos; cada persona que estuvo siempre están presentes en mi corazón y en la de mi familia: Amigos, amigas, compañeros/as, vecinos/as, las mamás de mis alumnos. Gracias”.