El exbasquetbolista argentino Emanuel Ginóbili, cuatro veces campeón de la NBA con San Antonio Spurs, fue oficialmente elegido este sábado como nuevo miembro del Salón de la Fama del básquetbol, al que se unirá el próximo 9 de septiembre tras una ceremonia para la camada 2022 en Springfield, estado de Massachusetts.
Manu se convertirá así en el primer basquetbolista argentino en lograr esa distinción y en el quinto sudamericano después de los brasileños Oscar Schmidt, Maciel Periera y Hortencia Marcari y el panameño John Isaacs.
La denominación del argentino, adelantada por medios estadounidenses durante esta semana, se formalizó al reunir al menos 18 votos entre los 24 integrantes del Comité de Honor, cuerpo formado por miembros de Salón de la Fama, periodistas y otros expertos.
«Otra de las cosas que nunca soñás cuando empezás a picar la pelotita naranja! Gracias a todos los que me acompañaron en este camino!», escribió el bahiense en sus redes sociales, en español y en inglés.
A Manu lo acompañarán los exjugadores Tim Hardaway y Swin Cash y los ex entrenadores George Karl y Bob Huggins en el ingreso de este año al «Hole of Fame» en Springfield. El argentino y los otros miembros debieron pasar un filtro de tres votaciones de diversos comités integrados por especialistas.
Ginóbili, de 44 años, se retiró del básquetbol profesional en 2018, después de transitar toda su carrera en la NBA con la camiseta de los Spurs, franquicia que lo contrató en 2002 procedente de Kinder Bologna de Italia.
El Salón de la Fama del básquet, a pesar de estar en Estados Unidos, analiza los méritos de los jugadores no solamente por sus logros en la NBA. Manu, además de una exitosa carrera en la mejor liga del mundo, tuvo una gran trayectoria y ganó medallas con la selección de su país y en clubes de Europa, donde conquistó cuatro títulos, incluido el de la Euroliga, y fue MVP cuatro veces.
Otro de los factores que influyeron en la elección fueron el comportamiento del basquetbolista argentino a lo largo de los años dentro y fuera de la cancha y la ausencia de peleas y polémicas con árbitros, compañeros, rivales y entrenadores.