Por la caída de la economía, la devaluación del peso, y un incremento en los precios por sobre los salarios, la pobreza aumentó fuerte al 32% en el segundo semestre de 2018, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Lejos del slogan de campaña «pobreza cero» que utilizó el presidente Mauricio Macri durante 2015, el índice registró una fuerte suba de 6,2 puntos porcentuales frente a igual período de 2017 (25,7%), y un incremento de 4,7 puntos con relación al semestre previo (27,3%).
Durante el año pasado la economía bajó 2,5%, la inflación llegó al 47,6% y la desocupación subió al 9,1% desde el 7,2% de finales del 2017, según datos del propio Indec.
El INDEC informó además que el 6,7% de la población se encontraba en situación de indigencia en ese período, comparado con un 4,8% en el segundo semestre de 2017.
Los hogares en situación de pobreza alcanzaron al 23,4% en el período julio-diciembre 2018, desde un 17,9% en el mismo periodo de 2017.
Tras la publicación de las cifras oficiales, la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, afirmó que «hoy es un día triste», tras conocerse el índice de pobreza, pero resaltó que el Gobierno nacional decidió «decir la verdad, hablar del tema y trabajar todos los días para poder reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de todos los argentinos».
«Pobreza cero, más allá de haberlo mencionado en la campaña, tiene que ver con un objetivo, un horizonte, una forma de trabajar», afirmó la ministra en conferencia de prensa junto al ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica.
La ministra reiteró que «el Gobierno nacional trabaja el tema de la pobreza desde cada ministerio y considera la pobreza en todas sus dimensiones».
Hace unos días, el presidente Mauricio Macri afirmó que “vamos a tener el mismo nivel de pobreza que cuando asumimos ” (32,2%), y explicó que “no prometí ‘pobreza cero’, (sino que) es una tendencia a la que tenemos que ir trabajando.
El lunes, el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) dio a conocer sus estimaciones, y difundió que la pobreza escaló 4,7 puntos porcentuales en 2018 hasta el 31,3% de la población argentina y ya afecta a 12,7 millones de personas.
En ese contexto, el 28,2% de la población tiene serios problemas alimentarios, dice el informe de la UCA que a diferencia del INDEC no mide por ingresos sino que realiza una medición sobre seis dimensiones de carencia humana.
El Indec mide la pobreza a partir de la posibilidad que tiene una persona o un núcleo familiar de adquirir la cantidad mínima de alimentos, indumentaria y servicios que integran la Canasta Básica Total (CBT).
Esta canasta, para una pareja con dos hijos de 6 y 8 años, alcanzó a fines del año pasado a $ 25.493,80, lo que marcó un aumento del 52,9% en relación a diciembre del 2017.
En cuanto a la indigencia, se fija por la cantidad mínima de comida que requiere una persona o una familiar, para subsistir, y que a fines del año pasado estaba en $ 10.197,53, con un aumento del 53,5% interanual.
Fuente: Tiempo Fueguino