El ministro de Economía fueguino advirtió que la combinación de
menores transferencias nacionales y recaudación provincial en
descenso podría impedir el pago de salarios. Criticó asimetrías
en el trato financiero a las provincias y destacó el diálogo con los
municipios.
En un escenario económico cada vez más adverso, el ministro de
Economía de Tierra del Fuego, Francisco Devita, encendió las alarmas
sobre el impacto que el acuerdo del Gobierno nacional con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) y la eliminación del cepo cambiario
tendrán en las finanzas provinciales. Durante una entrevista en Origen,
Devita detalló la preocupante disminución en los fondos coparticipables
y la recaudación local, un fenómeno que, de profundizarse,
comprometería el pago de salarios y la ejecución de obras esenciales.
Devita reveló que las transferencias automáticas de la Nación a la
provincia cayeron abruptamente: de los $49.000 millones recibidos en
septiembre de 2023, se pasó a $44.000 millones en marzo de 2024, un
«piso inesperado» que complica la gestión. «Para nosotros, $9.000
o $10.000 millones menos son una enormidad», afirmó,
subrayando que el gasto público aumenta por la inflación y las
demandas sociales. La situación se agrava al compararla con el trato a
otras provincias: «Chaco recibió $100.000 millones por decreto sin
plazos, mientras que a nosotros nos negaron $5.000 millones
para un hospital», criticó.
La recaudación propia también muestra signos alarmantes: de $31.000
millones en enero a $25.000 millones en marzo, una merma nominal del
16% en dos meses. Aunque en términos reales hubo un crecimiento
interanual, la tendencia actual es, según Devita, «preocupante». Con
una masa salarial del Poder Ejecutivo que ronda los $50.000 millones, el
ministro admitió que, de continuar esta dinámica, la provincia
necesitaría financiamiento externo para cumplir con los pagos.
Frente a la crisis, Devita destacó la coordinación con los municipios de
Río Grande, Tolhuin y Ushuaia, con quienes mantiene un fluido contacto
vía WhatsApp para monitorear la recaudación en tiempo real. «Les
aviso si los números bajan, para que no sea solo yo el que no
duerma», bromeó, aunque sin restar seriedad al asunto. Sobre las
paritarias, reconoció dificultades para satisfacer las demandas
gremiales, en especial del SUTEF, pero resaltó la voluntad de diálogo del
gobernador Gustavo Melella, quien en febrero otorgó un aumento del
3% por decreto ante la falta de acuerdos.
La advertencia deja al descubierto los riesgos que enfrentan las
economías provinciales en un contexto de ajuste macroeconómico.
Mientras Tierra del Fuego busca alternativas para evitar el colapso, el
ministro apeló a la prudencia: «Confío en que $44.000 millones sea
el piso. Si recibimos menos, sería un indicador de una actividad
económica en franco retroceso» concluyó Francisco Devita.