Para la Fiscal, el nuevo pedido de ADN puede ser determinante

La causa por la desaparición de Sofía Herrera suma nuevas pruebas tras 16 años. Un pedido de ADN podría ser clave para vincular a un imputado con el caso. Fiscales y familiares insisten en reactivar la búsqueda.

La desaparición de Sofía Herrera, ocurrida el 28 de septiembre de 2008 en un camping cercano a Río Grande, continúa siendo un misterio que conmueve a la Argentina. Dieciséis años después, nuevas pruebas y declaraciones han reactivado la causa, generando esperanzas en su madre, María Elena Delgado, quien nunca dejó de buscar a su hija desaparecida cuando tenía tres años y ocho meses.

En un inesperado giro, los fiscales del Distrito Judicial Norte de Río Grande vincularon el caso Sofía con la desaparición de Loan Peña, el niño de cinco años visto por última vez en junio de este año en el Algarrobal, provincia de Salta. 

La conexión entre ambos casos surge a partir de la figura de Carlos Pérez, un exmilitar detenido en Salta, quien ahora está bajo la lupa por su presunta implicancia en ambos sucesos.

Una reciente declaración testimonial de Carmen Haase, testigo clave, situó a Pérez en Río Grande el día que desapareció Sofía. Según Haase, compartió un asado en un camping cercano al lugar de los hechos junto al exmilitar y otros miembros de la Armada. Aunque no se trata del mismo camping donde estaba la familia de Sofía, la declaración encendió las alarmas, sumándose a antecedentes que ya señalaban a Pérez como una figura sospechosa en la investigación.

En junio pasado, otra pista lo relacionó indirectamente con el caso. Durante una entrevista televisiva, la imagen de su hija generó especulaciones por su parecido físico con Sofía. Aunque los datos del Registro Nacional de las Personas y de Migraciones confirmaron que la niña tiene 14 años y nació en Bahía Blanca, descartando que pudiera ser Sofía, los fiscales decidieron solicitar un análisis de ADN para despejar dudas. «Si el ADN da negativo, pediremos disculpas, pero si es positivo, avanzaremos hasta dar con los responsables», sostuvo la fiscal Mónica Macri.

La madre de Sofía, María Elena, expresó sus emociones encontradas frente a estas especulaciones. «Todo el tiempo estoy viendo imágenes de niñas que podrían ser Sofía. Es increíble cómo la gente colabora», afirmó. A pesar de los años, Delgado mantiene la esperanza de reencontrarse con su hija y apoya las nuevas medidas investigativas.

En paralelo, la fiscalía de Río Grande solicitó colaboración a la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) para difundir imágenes actualizadas de Sofía en la región. Además, se ha reactivado el pedido de captura internacional para José Dagoberto Díaz Águila, alias «Espanta la Virgen», un ciudadano chileno prófugo y sospechoso en la causa.

Mientras tanto, se planean nuevas declaraciones testimoniales para precisar detalles sobre los movimientos de Pérez y los asistentes al asado descrito por Haase. «Tenemos que situar quién más estaba, si Pérez se retiró antes o después. Son pequeños datos que pueden ser cruciales», señalaron fuentes judiciales.

La complejidad del caso, marcado por numerosas hipótesis y años de incertidumbre, sigue siendo un desafío para la justicia. “Si el ADN da negativo, pediremos disculpas y si da positivo brindaremos y seguiremos buscando al autor», señaló una de las fiscales a cargo de la investigación, Mónica Macri. «Necesitamos empezar a descartar y cerrar hipótesis. Son demasiados años. Lo único que buscamos es la verdad», concluyó.

Con las nuevas líneas de investigación la causa que marcó a una familia y a todo un país avanza, en busca de respuestas que lleven al paradero de Sofía Herrera.