La Obra Social destina el 60% de su presupuesto a medicamentos de alto costo

Carlos Sánchez Polesman advirtió sobre el impacto de tratamientos millonarios y el desafío de sostener la cobertura para más de 55.000 afiliados en Tierra del Fuego.

El titular de la clínica San Jorge en Ushuaia, Carlos Sánchez Polesman, abordó en una entrevista con FM Master’s la reciente circulación de un proyecto de modificación del sistema de salud de la Obra Social del Estado Fueguino (OSEF). Aunque señaló no haber tenido acceso al texto, indicó que “oficialmente no hay nada elaborado ni presentado todavía. Se está trabajando sobre un proyecto de refinanciamiento del sistema de salud y de la Obra Social en particular, pero no he visto nada desde el punto de vista oficial”.

En cuanto a los desafíos de financiamiento, Sánchez Polesman explicó que OSEF brinda cobertura a “alrededor de 55.000 personas” entre afiliados activos y sus familiares, lo que constituye “el mínimo necesario para sostener un sistema de salud que pueda financiarse”. Sin embargo, advirtió que “la ecuación del gasto de la salud ha variado mucho en los últimos años, sobre todo en pandemia, y en la incorporación de nuevos medicamentos que ha hecho que el impacto en el financiamiento de la salud, de la industria farmacéutica, de un presupuesto de un 30% para obra social se fue a un 60%”.

Entre los factores que complican la sostenibilidad del sistema, señaló que “hay tratamientos muy caros. Hay un solo paciente que en 10 meses consumió $1.400 millones en medicamentos”. Asimismo, detalló que el sistema enfrenta un costo mensual de “$150 millones por mes en drogas nuevas que hoy se utilizan en forma corriente en medicamentos de alto costo”. Además, comparó la situación con las obras sociales nacionales, que cuentan con un respaldo financiero a través de la Superintendencia de Salud y su Sistema Único de Recupero (SUR), una herramienta que, según afirmó, “las obras sociales provinciales no lo tienen. Entonces, cuando suceden casos catastróficos, se ven afectados”.

Sánchez Polesman también reflexionó sobre el impacto de los cambios en los aportes de los jubilados al sistema: “Con seguridad tengo entendido que originariamente la gente del Poder Judicial, del Tribunal de Cuentas, de algunos entes autárquicos, de la Fiscalía y del Banco Provincia podían desviar sus aportes a un sistema prepago y seguir con esa obra social y después, cuando se jubilan, uno puede seguir con su prepago o volver a la obra social”. Sin embargo, explicó que el cambio en el porcentaje de aportes tras el retiro genera un retorno masivo a OSEF: “Cuando te jubilas ya no aportas más el 12%, el 3% que aporta el empleado más el 9% de la patronal, sino que aportas el 3%. La gran mayoría se vuelve a la Obra Social de OSEF porque con el 3% no alcanza a pagar la cuota y por la edad que tiene en un prepago”.