El jefe de Gabinete de Ushuaia y apoderado del PJ expresó indignación tras el tiroteo en un acto partidario. Los implicados, candidatos a congresales, presentaron su renuncia verbal en medio de un fuerte repudio a la violencia desatada.
El jefe de Gabinete del Municipio de Ushuaia y apoderado del Partido Justicialista (PJ) en Tierra del Fuego, Sebastián Iriarte, se refirió a los incidentes de violencia que tuvieron lugar en un acto de apoyo a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, encabezado por el intendente de Ushuaia, Walter Vuoto. El evento, que buscaba expresar respaldo a la exmandataria, se vio abruptamente interrumpido por un tiroteo en el que resultó herido un militante de Camioneros.
Según las primeras informaciones, entre los detenidos se encuentran Ramón Moncho Calderón, líder de la CGT, y un empresario, Maximiliano Perpetto, señalado como presunto autor de los disparos, quienes, de acuerdo con Iriarte, también figuraban como candidatos a congresales dentro de la estructura del PJ.
El tiroteo, grabado en video con un teléfono celular, muestra el tenso momento que se vivió en medio del acto, provocando temor y conmoción entre los asistentes, entre quienes había autoridades locales, legisladores y vecinos. Tras el incidente, el PJ emitió un comunicado en el que expresó un enérgico repudio a los hechos de violencia desatados. En el escrito, el partido condenó la conducta de “algunas personas” involucradas, señalando que los incidentes «pusieron en riesgo a vecinos y militantes”. El texto también destacó que “nunca se vivió un hecho como el de hoy”, marcando la singularidad y gravedad del episodio.
En declaraciones a radio Provincia, Iriarte manifestó su indignación por lo sucedido. “Tengo mucha bronca”, expresó el funcionario, y aunque reconoció que “no hay justificación posible”, advirtió que estos actos violentos no pueden naturalizarse dentro de la vida partidaria ni en la sociedad en general. En este sentido, enfatizó que el PJ debería tomar “cartas en el asunto” para evitar la repetición de estos eventos. “Probablemente se le tomará la renuncia a los implicados y no podemos permitir que esto vuelva a suceder”, añadió, en relación con la necesidad de adoptar medidas correctivas y sancionatorias dentro del partido.
Según Iriarte, tanto Calderón como Maximiliano Perpetto, ambos detenidos y sindicados como responsables de los hechos, presentaron su renuncia verbal a sus candidaturas dentro del PJ tras el altercado. El funcionario explicó que, si bien los detenidos están vinculados al partido, no se requiere un certificado de buena conducta ni antecedentes penales para formar parte de la estructura partidaria, aunque estos requisitos son excluyentes en el caso de postulaciones a cargos de elección popular. “No se pide un certificado de buena conducta o antecedentes penales para formar parte del partido. Para ser autoridad partidaria no es un requisito excluyente, sí para ser candidato”, aclaró Iriarte en su intervención.
El episodio, que dejó en evidencia el clima de tensión, afectó no solo a los militantes, sino también a las familias que asistieron al evento en un contexto de seguridad presuntamente controlado. Iriarte expresó su preocupación por la presencia de familiares y menores de edad en el lugar, incluyendo la de funcionarios y dirigentes partidarios. “Nosotros concurrimos con nuestras familias y solo pensar que han atravesado una situación de esas características, uno se llena de miedo y de preocupación”, señaló, subrayando que incluso el intendente Vuoto asistió con sus hijos, lo cual, de haber anticipado la violencia que se desencadenó, los habría hecho reconsiderar su participación en el evento.
En referencia al proceso disciplinario interno del PJ, Iriarte aclaró que el partido tiene la posibilidad de iniciar un proceso de expulsión contra los implicados, aunque explicó que esta acción puede tomar un tiempo considerable. Asimismo, insistió en la necesidad de repudiar firmemente estos actos, negando cualquier posibilidad de normalizarlos. “No hay justificación posible de por qué sucedió. No podemos permitir esto, no se puede asimilar esto como algo normal. Ya sea por algo que venga de arrastre, de internas sindicales, no podemos naturalizarlo, hay que repudiarlo”, concluyó.
Las repercusiones de estos acontecimientos han sido intensas, generando una sensación de preocupación en la sociedad y en el propio PJ, que enfrenta el desafío de responder con claridad y firmeza frente a una situación de violencia inesperada en su seno.