Desde el Servicio Penitenciario brindaron detalles de los dos curiosos casos de dos personas privadas de su libertad que, habiendo salido con permiso transitorio, no regresaron a su lugar de reclusión, configurando, al menos, el delito de incumplimiento de oficio judicial.
En las últimas semanas, el Servicio Penitenciario de Tierra del Fuego registró dos casos en los que personas privadas de su libertad no regresaron a sus lugares de reclusión tras recibir permisos de salidas transitorias. Ariel Ciares, inspector general y director del Servicio Penitenciario, explicó en FM Master’s los pormenores de ambos incidentes, en los que se configura al menos el delito de incumplimiento de un oficio judicial.
El primero de los casos involucra a Rodrigo Flores Talquenca, quien debía presentarse nuevamente en su lugar de detención el 10 de septiembre a las 22:20 horas. Flores Talquenca está preso desde el 25 de septiembre de 2020, cumpliendo una condena de nueve años por homicidio culposo agravado, en instalaciones del Anexo 2 en Ushuaia. Ciares aclaró que también está vinculado a una causa de estupefacientes, por lo que su condena se extiende hasta 2027, y depende del Juzgado de Ejecución local.
«Cuando tenía que regresar, simplemente no volvió. Me parece oportuno aclarar esto porque algunos medios dijeron que se había fugado, y no estaríamos ante esta circunstancia porque la fuga y evasión está configurada en el Código Penal y es cuando hay una violencia en las personas o fuerza en las cosas. En este caso no ocurrió, porque él tenía un permiso de salida y simplemente no volvió», señaló el funcionario penitenciario. En este sentido, se diferencia este incumplimiento del delito de fuga, ya que no existió ninguna forma de coacción física o violenta en el hecho.
Ciares explicó que el incumplimiento de un oficio judicial puede derivar en una nueva causa, dependiendo de las circunstancias. «Después el juez puede reencuadrar eso y ver si, sobre todo durante su ausencia en la instalación del servicio, podría haber cometido algún hecho delictivo, con lo cual se abre un nuevo proceso y seguir los carriles habituales desde el Código de Procedimientos habitual. Pero, en principio, es un incumplimiento», detalló.
Ante esta situación, el juez responsable decidió suspender todas las salidas transitorias y permisos otorgados previamente a Flores Talquenca. «Ya tuvo ayer una audiencia y el juez va a disponer otra audiencia en las cuales se le va a permitir que haga su descargo y diga los motivos por los cuales lo hizo», indicó Ciares. En caso de que se descubriera que el preso cometió otro delito durante su ausencia, el Juez de Instrucción podría involucrarse en el caso.
El segundo interno que tampoco regresó a su reclusión es Nelson Miranda, de 50 años, quien se encuentra preso desde el 29 de abril de 2021 por una causa de amenazas con arma e infracción al artículo 119 del Código Penal, el cual se refiere a delitos contra la integridad sexual. Miranda cumple una condena de tres años y seis meses y estaba en la etapa final de la misma, conocida como «prelibertad».
«Es una antesala a concluir la pena, con lo cual se establece su régimen preparatorio donde la persona se va adecuando al medio libre, entendiendo que cuando están privados de libertad hay una desocialización, entonces la Ley de Ejecución en esta modificatoria permite que la persona privada libertad de a poco se vaya adecuando al medio libre», explicó Ciares sobre la situación de Miranda.
En ambos casos, los jueces a cargo de la ejecución de las penas serán quienes determinen los pasos a seguir. Las decisiones judiciales, basadas en el análisis de la conducta de los presos durante su ausencia, podrían implicar sanciones adicionales, procesos judiciales nuevos o la revocación de los permisos otorgados, dependiendo del desarrollo de las investigaciones y audiencias.