El jefe de Policía compartió información acerca de la actualidad en Tierra del Fuego en términos de seguridad y delincuencia, en momentos de severa crisis económica, y mencionó los delitos más comunes hoy en la provincia: hurto famélico y hurto de oportunidad.
En un contexto de creciente crisis económica, Tierra del Fuego enfrenta un panorama particular en términos de seguridad. Según el comisario Jacinto Rolón, jefe de la Policía de la provincia, los delitos más frecuentes son el hurto famélico y el hurto de oportunidad, lo que revela una realidad vinculada directamente al agravamiento de la situación económica y social.
En diálogo con FM Master’s, Rolón expresó su preocupación por el aumento de la pobreza y la indigencia en el país, que también afecta a la provincia. “En el contexto me llama la atención el incremento de la pobreza y de la indigencia en Argentina, estos últimos meses esto se ha incrementado. El Estado provincial ha recibido un impacto en cuanto a estos aspectos en distintas áreas de su incumbencia, por ejemplo, salud. Hemos escuchado declaraciones del Ministerio de Salud, donde también se ha acentuado la demanda de servicios, como así también de bolsones alimentarios. En este contexto también lo es para el ámbito de la seguridad pública”, explicó el comisario.
El Sistema Nacional de Información Criminal revela que el 56.8% de los delitos en Argentina son contra la propiedad. Tierra del Fuego supera este promedio, ya que no enfrenta otros delitos graves comunes en otras jurisdicciones. “Tenemos una tasa bajísima de homicidios, una tasa muy baja de crímenes violentos, robo con armas, homicidio en ocasión de robo, etc. Pero sí tenemos una particularidad donde nos caracteriza el delito contra la propiedad”, detalló Rolón. Esto implica que el hurto, en sus diversas formas, es el tipo de delito predominante.
Dentro de las modalidades delictivas, el hurto famélico destaca por su vínculo con la necesidad básica de subsistencia. “Esto sigue al agravamiento de la situación económica, impacta fuertemente en el tejido social y hemos advertido algunas tipologías delictuales como el hurto, que después en sede judicial se determina que es hurto famélico, por ejemplo, sustracción de alimentos de supermercados o de algunos comercios”, indicó Rolón. Este tipo de hurto, en principio impulsado por hambre, es tratado judicialmente de manera distinta al robo de otros bienes, como las bebidas alcohólicas, que no caen bajo esta categoría.
Por otra parte, el hurto de oportunidad también tiene un fuerte peso en la provincia. Según el jefe policial, estos delitos ocurren cuando se presenta una ocasión propicia para que alguien tome lo que no le pertenece. “El delito de oportunidad, personas que olvidan abiertos sus vehículos, pasa alguien, observa algún elemento de interés en su interior y lo sustrae. Así también los delitos contra la propiedad siguen siendo de oportunidad, cuando ven, por ejemplo, algunas obras sin los cuidadores, también suelen ser vulnerados”, señaló.
Esta situación se refleja de manera cotidiana en los supermercados, donde los guardias de seguridad detectan a personas que intentan sustraer productos sin pagar. Según Rolón, en estos casos, la intervención policial es rápida, pero la mayoría de las veces los responsables recuperan su libertad tras presentarse ante la Fiscalía. “La mayoría suelen determinarse como hurto famélico, aquel que roba porque tiene hambre”, explicó.
A pesar de la preponderancia de este tipo de delitos menores, Rolón destacó la existencia de un pequeño grupo de personas en la comunidad que, pese a las intervenciones policiales, mantienen una conducta delictiva recurrente. Estos individuos son bien conocidos por los comerciantes y vecinos, especialmente en Río Grande. “Lamentablemente no cambian su conducta y siempre están cerca de la conducta delictiva, que ya son conocidos por los comerciantes, por los vecinos, que traen quejas por sus recurrentes accionares, genera temor en los comerciantes”, lamentó el comisario.
En un contexto donde el hurto y los delitos contra la propiedad dominan las estadísticas locales, también surge una nueva preocupación: los ciberdelitos. Aunque se han llevado a cabo campañas preventivas, la naturaleza de estos crímenes evoluciona constantemente, desafiando las capacidades de las autoridades para mantenerlos bajo control.
Tierra del Fuego enfrenta así un panorama complejo, en el que la situación económica, la vulnerabilidad social y la evolución de nuevas formas de delincuencia marcan los desafíos a los que la provincia deberá hacer frente en el ámbito de la seguridad pública.