El titular de la clínica San Jorge explicó la situación de atención en la especialidad de cardiología, a raíz de una medida de protesta que dispuso el Colegio que los agrupa, que se traduce en la no realización de estudios programadas, sin desatender las urgencias.
La protesta de 48 horas que afecta a los cardiólogos intervencionistas en Argentina ha generado preocupación en varios sectores del sistema de salud. Sin embargo, según explicó el doctor Carlos Sánchez Posleman, titular de la Clínica San Jorge en Ushuaia, esta medida no comprometerá la atención de emergencias médicas, aunque sí afectará a los estudios programados.
El doctor Sánchez Posleman aclaró, por FM Master’s, que “no es un paro de cardiólogos” en el sentido estricto de la palabra. «A nivel nacional, el Colegio Argentino de Cardiología Intervencionista, llámese la gente que hace hemodinamia, ha hecho un paro de 48 horas o suspensión durante 48 horas de cualquier estudio que sea en forma programada”, explicó, subrayando que la decisión del Colegio se centra en postergar procedimientos que no son urgentes, sin desatender las necesidades críticas de los pacientes.
En este sentido, el médico hizo hincapié en que las urgencias están cubiertas debido a la naturaleza crítica de la cardiología intervencionista. «Las urgencias están cubiertas porque es una especialidad muy crítica que trata fundamentalmente la patología más común, que es el infarto agudo de miocardio. O sea que, si hay un paciente infartado, se lo atiende», afirmó. No obstante, remarcó que «lo que se ha suspendido son las intervenciones que están programadas y que pueden ser diferidas».
El motivo de la protesta, según Sánchez Posleman, está relacionado con los bajos aranceles que se pagan tanto en honorarios como en gastos asociados a los procedimientos de cardiología intervencionista. “El motivo fundamentalmente es por los aranceles que se están pagando tanto de honorarios como de gastos. El sistema de salud no puede cumplirlo, porque el sistema está quebrado y cada vez es más difícil trabajar, sobre todo con el costo que tienen hoy los insumos”, puntualizó.
También mencionó los problemas que enfrentan los profesionales en cuanto a los materiales médicos, específicamente en el uso de stents, dispositivos utilizados para dilatar arterias. «Hay insumos en estas especialidades, que se llaman stents, que son para dilatar arterias. Cada stent está en el orden de los 40 millones de pesos», indicó, destacando la dificultad de continuar trabajando bajo estas condiciones financieras.
Sánchez Posleman describió la situación como una crisis en el sector, agravada por la falta de fondos en un sistema de salud que enfrenta problemas serios de financiamiento tanto a nivel nacional como global. «Realmente hay una crisis en el sector y que ellos están viendo que también los materiales con los que tienen que trabajar no son los adecuados por todo lo mismo: un tema de fondos en un sistema que está quebrado a nivel nacional y con problemas serios de financiamiento en el mundo entero», agregó.
El avance tecnológico en el campo de la cardiología ha permitido reducir los riesgos y tiempos de recuperación para los pacientes. Según el médico, técnicas modernas que han reemplazado a cirugías más invasivas permiten que los pacientes retomen su vida normal en 24 o 48 horas. Sin embargo, lamentó que «no es que al paciente se lo deja morir, pero no tiene acceso a nuevas formas de tratamiento porque realmente el sistema no lo puede bancar».
A pesar de la protesta, confirmó que algunos procedimientos críticos, como una cirugía programada en su clínica que requiere la presencia de un profesional de Buenos Aires, se llevarán a cabo. «Tenemos una cirugía programada, pero la vamos a hacer lo mismo porque requiere que venga un profesional de Buenos Aires, porque es una de las especiales. Ya está programado que venga y no podemos no hacerlo», expresó.
Finalmente, el médico Carlos Sánchez Posleman minimizó el impacto de la protesta en la salud de los pacientes, considerándola más bien como una forma de manifestar el malestar del Colegio de Cardiólogos Intervencionistas ante la actual situación. «No creo que el paro impacte en la salud de nadie. Es una forma del Colegio de Cardiólogos Intervencionista de expresar el malestar en la situación. Pero no pasa de ahí», concluyó.