Una familia fueguina necesita un millón y medio de pesos para no ser pobre

El economista Federico Rayes compartió los detalles de las estadísticas de las necesidades de una familia tipo en Tierra del Fuego en términos de la canasta básica total, que según recientes mediciones asciende a más de $ 1,5 millones para superar la línea de pobreza.

El costo de la canasta básica alimentaria en Tierra del Fuego ha alcanzado cifras alarmantes, superando el millón y medio de pesos, según el reciente informe presentado por el economista Federico Gabriel Rayes, director de la consultora Ecotono Economist Consulting. Este indicador, que se elabora mensualmente, refleja las necesidades básicas de una familia tipo en términos de alimentación y otros bienes esenciales, y es un parámetro clave para determinar la línea de pobreza en la región.

Rayes explicó, por FM Master’s, que el indicador se basa en los mismos parámetros que utiliza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) para calcular la canasta básica total alimentaria. «Con frecuencia mensual sacamos este indicador que trata de seguir los mismos parámetros que considera la construcción de la canasta básica total alimentaria por el INDEC», señaló, destacando la rigurosidad del proceso.

La medición de la canasta básica total es crucial para entender la situación económica de las familias en Tierra del Fuego, ya que está directamente relacionada con los ingresos. «Es importante considerar que este es un indicador de pobreza de ingreso, es decir que tiene una relación directa con el nivel de ingresos que tienen las familias. A partir del nivel de ingresos, uno puede o no adquirir determinada canasta y poder acceder a esa canasta implica una línea de pobreza. Si podés acceder, estás por encima y si no podés, estás por debajo«, explicó Rayes.

Este índice, según el economista, es «bien cuantitativo», aunque admite interpretaciones cualitativas sobre la situación de la pobreza en la región. La construcción de la canasta se basa principalmente en la medición de alimentos, que son esenciales para cubrir las necesidades calóricas de la población. «Lo que nosotros hacemos es relevamos el precio de alrededor de 45 productos alimenticios, especialmente considerados para el rendimiento calórico en Patagonia. Esa canasta la arma el INDEC, te dice cuáles son los productos y las cantidades que requiere una persona en distintas edades para subsistir o para tener las necesidades calóricas en la Patagonia y en función de eso uno arma la canasta básica alimentaria», detalló.

El proceso de cálculo de la canasta básica total implica un prorrateo de los costos alimentarios, que permite inferir el costo de otros bienes y servicios que forman parte de la vida cotidiana, aunque estos no se midan directamente. «Después eso lo prorratea y puede inferir la canasta básica total, que es la que te permite medir la línea de pobreza«, explicó Rayes, subrayando que esta canasta también considera, al menos en teoría, el acceso a la vivienda.

Sin embargo, el economista también indicó que hay aspectos de la medición que podrían ser objeto de debate, particularmente en lo que respecta al peso relativo del costo de la vivienda. «La canasta fue construida con parámetros relevados entre diciembre de 2017 y enero de 2018, cuando el peso relativo de sostener el acceso a la vivienda por aquel entonces en la Patagonia era del 17%. La realidad es que esa proporción hoy está bastante distorsionada. Creo que cada uno lo puede verificar con la propia situación doméstica, por lo tanto, este millón y medio de pesos que estás contabilizando para una familia de cuatro integrantes con el acceso a la vivienda podría ser sujeto a discusión», afirmó.

El análisis de la canasta básica en Tierra del Fuego se limita, en esencia, a los alimentos, lo que deja fuera otros elementos importantes como la ropa o el valor exacto de la vivienda. «Lo único que se mide para construir esta canasta es alimentos. Una serie de 40 alimentos que consideran carnes, lácteos, queso, leche, frutas, verduras, algunos enlatados. Solamente se mide alimentos y en función de eso se hace una extrapolación para conseguir la canasta básica alimentaria total», explicó Rayes, añadiendo que otros aspectos como el transporte, la salud, la comunicación o el entretenimiento se infieren a partir de la proporción de gasto en alimentos.

Esta situación plantea serios desafíos para las familias en Tierra del Fuego, donde el costo de vida ha aumentado considerablemente, especialmente en lo que respecta al acceso a la vivienda. El indicador presentado por Federico Rayes subraya la necesidad de un análisis más profundo y actualizado de los costos de vida en la región, que refleje con mayor precisión la realidad económica de los fueguinos.