El director de Epidemiología pasó revista a la situación actual en relación con las afecciones propias del invierno como influenza, neumonía y bronquitis. Por fuera de lo normal para la época, solo mencionó dos casos de bronquiolitis en menores en Río Grande.
En Tierra del Fuego, las afecciones típicas del invierno, como la influenza, la neumonía y la bronquitis, se encuentran dentro de los parámetros normales para esta época del año, según informó el director General de Epidemiología y Sanidad Ambiental de la provincia, Juan Petrina. Sin embargo, se ha observado un incremento inusual en los casos de bronquiolitis en menores de dos años en la ciudad de Río Grande.
Petrina, por FM Master’s, señaló que “el único que aumentó por encima del promedio fueron las bronquiolitis de menores de 2 años en Río Grande”. Este incremento se ha registrado a partir de un análisis comparativo con los últimos cinco años, indicando que el aumento “va de la mano de la época del año”.
La población afectada por estas enfermedades invernales varía en su vulnerabilidad. Petrina explicó que no existe un protocolo único de actuación debido a las diferencias individuales. “No es lo mismo una persona adulta, joven, sana, que una persona que ya tiene una enfermedad de base, como puede ser un diabético, o los niños menores de dos años, que por una cuestión de maduración de su sistema inmunitario también van a estar más vulnerables. Lo mismo que los adultos mayores. Primero que nada, tener en cuenta eso”.
Para los niños mayores de dos años con síntomas leves, como congestión nasal, estornudos y tos, el funcionario recomendó observar la evolución durante 24 a 48 horas antes de consultar a un médico, siempre y cuando no se presente fiebre: “Podemos esperar tranquilamente unas 24 o 48 horas con alguna sintomatología leve como un poco de moco, estornudos, tos. En el caso de que persistan, y sobre todo si va acompañado de fiebre, a partir de ahí ya realizar la consulta”.
Sin embargo, en los menores de dos años, la situación requiere una atención más inmediata si se observan síntomas severos. Petrina destacó que “específicamente los menores de 2 años, si aparte de esta sintomatología más general se ve al bebé con un esfuerzo mayor al respirar, lo que se llama también aleteo nasal, donde se observa un movimiento a nivel de la nariz y también del tórax donde se demuestra que el bebé está haciendo un esfuerzo extraordinario para respirar normalmente, todo este tipo de cuestiones hace que vayan a la consulta sin mayor espera”.
El monitoreo del estado general del niño y su comportamiento es crucial para determinar la necesidad de atención médica. “Uno va conociendo y va viendo también el estado del niño, depende de cómo se va comportando, porque puede tener tranquilamente congestión, mucosidad y demás y sin embargo se alimenta normalmente, hace sus actividades más o menos normal también. Uno va viendo cómo va acompañando el ánimo de ese niño”, dijo al respecto.
La fiebre es otro indicador importante a tener en cuenta. “El tema de los registros de fiebre es importante, saber también que más o menos tomamos nosotros 37,5° para arriba como para determinar que está con fiebre y no una pequeña febrícula, un grado por ejemplo que aumente o incluso que baja solo sin necesidad de medicación, no termina siendo motivo de consulta”. En caso de que la fiebre no disminuya y los síntomas se intensifiquen después de 48 horas, Juan Petrina aconsejó “ir a una guardia”.
En conclusión, las patologías invernales en Tierra del Fuego se mantienen dentro de los parámetros normales, con la excepción del aumento de bronquiolitis en menores de dos años en Río Grande. La observación cuidadosa de los síntomas y el comportamiento de los niños es fundamental para determinar la necesidad de atención médica. Por tanto, se enfatiza la importancia de prestar especial atención a los grupos más vulnerables, como los menores de dos años y las personas con enfermedades preexistentes.