Debido a la caída de la actividad, algunas hasta cancelaron las que tenían planeadas. Casi el 90 por ciento resignó ventas por la pérdida de poder adquisitivo.
Obsesionado con atraer inversiones, el Gobierno Nacional debería mirar más de cerca lo que está pasando en el mercado interno y el impacto de la recesión. Según la encuesta que publicó la Fundación ProTejer, casi 9 de cada 10 empresas textiles no planean invertir y, aún peor, las que tenían desembolsos planificados, los frenaron. La cámara sectorial especificó que los «altos niveles de capacidad ociosa afectan la planificación de nuevas inversiones. En contraste con el récord de inversión en años anteriores, para 2024 el 87 por ciento de las empresas encuestadas no realizará inversiones, algunas de ellas incluso cancelaron inversiones planificadas».
La segunda encuesta de desempeño de ProTejer refleja que «se profundizó la contracción de la actividad del sector respecto al bimestre anterior, con signos de alerta de afectación al empleo y posible cierre de establecimientos productivos en caso de mantenerse los altos niveles de capacidad ociosa». Agregaron, además, que «esta crisis está impactando de forma generalizada en todos los rubros de la cadena de valor: desde la fabricación de hilados, telas, indumentaria y la comercialización de máquinas, insumos y bienes finales. Entre los principales números relevados, se destaca que el 88% de las empresas vieron reducidas sus ventas al mercado interno en mar-abr 2024, con una caída promedio del orden del -36% interanual».
Como correlato, aclaran, «alrededor del 80% de las encuestadas contrajeron su producción mostrando una caída promedio de -37%pp. y una baja en el uso de la capacidad instalada que promedió los -29pp. De esta forma, la merma de la actividad textil e indumentaria se acentuó respecto al primer bimestre del año (cuando el 70% de las empresas había contraído su actividad)».
Lo interesante de la encuesta es que, a diferencia de lo que no refleja la UIA en su encuesta, los empresarios textiles se dan cuenta que la recesión y la caída del salario ponen en jaque los negocios. «La principal razón que identifican las empresas como causante de la caída de la producción la es la pérdida del poder adquisitivo de la población (86% de las encuestadas). Mientras que el 34% de las empresas que registraron caídas en su producción identifican a las expectativas macroeconómicas y cambio del clima de negocios respecto al futuro como causante. Otras razones identificadas como relevantes son: la variación de costos de materias primas e insumos, la mayor participación de bienes importados en el consumo, la apreciación cambiaria y el cambio de politicas sectoriales para la industria».
Lo interesante de la encuesta es que, a diferencia de lo que no refleja la UIA en su encuesta, los empresarios textiles se dan cuenta que la recesión y la caída del salario ponen en jaque los negocios. «La principal razón que identifican las empresas como causante de la caída de la producción la es la pérdida del poder adquisitivo de la población (86% de las encuestadas). Mientras que el 34% de las empresas que registraron caídas en su producción identifican a las expectativas macroeconómicas y cambio del clima de negocios respecto al futuro como causante. Otras razones identificadas como relevantes son: la variación de costos de materias primas e insumos, la mayor participación de bienes importados en el consumo, la apreciación cambiaria y el cambio de politicas sectoriales para la industria».