Si bien se levantó la veda para la recolección de moluscos bivalvos en las zonas de Bahía Brown (Puerto Almanza), y Punta Paraná (Canal Beagle), no todas las personas pueden recolectar, ya que hay que tramitar un permiso especial.
La Secretaría de Pesca trabaja en forma coordinada con el área de fiscalización y control de alimentos de la provincia, y a su vez con los municipios, que le exigen al pescador que provee la materia prima el documento denominado Guía de Tránsito, que respalda la mercadería en forma sanitaria.
El documento tiene la fecha y la hora cuando fue extraído el mejillón, con un plazo perentorio que mantiene las condiciones sanitarias optimas, el documento debe estar en exhibición, para ser controlado por autoridades municipales y provinciales.
“La secretaria de pesca mantiene el monitoreo permanente, con muestras semanales para el control de la toxina”, dijo el Director de Pesca Artesanal de Tierra del Fuego, Ernesto López.
“Hace un año, desde enero del 2022 fueron vedadas distintas áreas hasta que se definió la prohibición completa, porque se empezó a generar este fenómeno de que los niveles de toxinas fueron históricos”, explicó Lopez por FM Masters.
“El levantamiento de veda incluye al mejillón en las dos zonas (Bahía Brown y Punta Paraná), y en el caso de la cholga se mantiene la veda en el bajo Brown, en esa porción de costa frente al camping de Almanza”, agregó.
De hecho, la Marea Roja continúa en algunos sectores, generando la muerte de muchas ballenas y de otros organismos marítimos, y es muy peligrosa para el consumo humano.
“Lo más grave es que no hay antídoto, una vez que el mejillón de referencia incierta ingresa al organismo humano, es cuestión de minutos para salvar la vida de la persona infectada, se hace un lavaje de estómago inmediato, pero no hay que correr riesgos”, recomendó López.
La precaución que hay que tener es preguntar la procedencia del molusco. Además, los proveedores deben exhibir el certificado de la Guía de Transito.
Cabe recordar que continuarán los controles en la Ruta J, donde los efectivos policiales cuentan con un listado de pescadores habilitados, además de la citada Guía de Tránsito.