El pasado 21 de julio la Dirección General de la Aduana detectó la operación por parte de una empresa que intentó simular la importación de productos tecnológicos cuando en realidad se trataba de la compra de basura electrónica.
Tras la intervención del organismo, se permitió recuperar 1,5 millones de dólares, dando intervención a la justicia por doble delito: la importación de este tipo de materiales y la adquisición de dólares a precio oficial. Trascendió que la empresa involucrada es KMG Fueguina S.A.
En la investigación, la mercadería provenía de China, pero estaba facturada por una empresa extranjera en el estado de Delaware, Estados Unidos.
La Aduana aseguró que, de haberle permitido el giro a la empresa, los USD1,5 millones le hubiera implicado una ganancia ilícita de $300 millones.
En cuanto a las sospechas sobre el despachante, que es un auxiliar del servicio aduanero, la jueza Borruto aseguró que “admite que es testigo y vamos a ver dónde llega la responsabilidad de cada uno”.
También en declaraciones a FM MASTER´S, se refirió al delito en sí mismo, en este caso efectuado por una empresa, situación en la que la Justicia tiene dos caminos: “ver quienes están atrás, pero la empresa también es pasible de sanciones penales, con limitaciones para importar exportar, se le suspenden algunos beneficios, se embarga, o se inhibe, puede haber un montón de caminos, si se llega a una condena. Que el importador y exportador sea la misma persona no es delito, pero quien debe saber todo eso es el servicio aduanero”.
Por el momento, la caratula es contrabando. “Es un delito económico, aprovechamiento de beneficios como empresa, es un delito que también tiene agravantes, son delitos complejos, están catalogados así. Absorbe otros delitos conexos, con el tiempo veremos de que se trata todo esto. A partir del código aduanero es un delito de contrabando”, explicó.
Y recordó el historial de la provincia en este tipo de delitos: “En la última etapa de los años 80 este tipo de delitos era cotidiano. No es ilógico que en lugares donde hay beneficios, se aprovechan de estos beneficios. A veces no es tan fácil prevenir, pero esperemos llegar a buen puerto”.
“De contrabando en Río Grande tenemos de todo. Ante la misma sospecha, la aduana tiene que hacer la denuncia como delito de contrabando. Nosotros manejamos cigarrillos, estupefacientes, etc, porque la importación-exportación hacia otros países, con nuestra ley nos designa como área aduanera especial, por eso el código aduanero se hace aplicable a esta área. La aduana de Rio Grande es la que habitualmente denuncia este tipo de cosas”, concluyó.
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