La Universidad de East Anglia anunció el viernes el descubrimiento del «Gloucester», navío británico a cuyo naufragio en 1682 sobrevivió el futuro rey de Inglaterra, Jacobo II, un delicado hallazgo mantenido en secreto 15 años.
El navío se encontraba medio enterrado en el fondo marino cuando dos hermanos, Julian y Lincoln Barnwell, acompañados de su padre y dos amigos, lo encontraron en 2007, tras cuatro años de búsqueda, en la costa de Norfolk (este de Inglaterra).
El hallazgo se mantuvo en secreto para permitir la identificación de los restos y para protegerlo, ya que se encuentra en aguas internacionales, indicó esta universidad en un comunicado.
«Es un excepcional ejemplo del patrimonio cultural subacuático, de importancia nacional e internacional», comentó la profesora Claire Jowitt, experta en historia marítima.
«Es el descubrimiento marítimo más importante desde el ‘Mary Rose'», hundido en 1545 y hallado en los años 1980″, explicó Jowitt y agregó, «por la antigüedad y el prestigio del navío, el estado del pecio, los objetos recuperados y el contexto político del accidente».
El «Gloucester» se hundió en menos de una hora el 6 de mayo de 1682 frente a las costas de Great Yarmouth por un desacuerdo entre el futuro rey Jacobo II y el piloto del barco sobre cómo abordar una zona donde abundan los bancos de arena. Murieron cerca de 250 miembros de la tripulación, pero Jacobo II se salvó.
Está prevista que una exposición muestre en 2023 los objetos encontrados, como la campana que permitió identificar el navío.