La Copa Centenario Ciudad de Río Grande de Futsal AFA tiene dueño, se trata del joven elenco de ADEFU quien derrotó 6 a 1 a San Isidro en la tercera fecha del Triangular Final y de esta manera alcanzó la primera estrella de su corta historia.
Previo al inicio del encuentro todos estaban atentos a que cualquiera de los tres elencos que intervinieron en el Triangular Final tenían chances de coronarse campeón, incluido Camioneros quien ya había cerrado su participación.
Y no le fue fácil a ADEFU en los primeros pasajes dado que San Isidro -pese a no contar con Facundo Perpetto por lesión- lo salió a “raspar” de entrada y a jugarle con mucha personalidad, por ello pese al gol tempranero de Geber Muñoz al minuto y medio de juego, le costó mostrar su mejor versión y salvó la ropa con dos goles consecutivos a los 8:38 y 8:45 por intermedio de Matías González al romper por aire la presión del rival, y por Seba Sánchez que llegó a definir por el segundo palo una jugada en velocidad de casi todo el equipo.
Luego fue todo mucha marca y desgaste físico ante un equipo que también fue al frente con sus armas, que tuvo varias chances de descontar solo frente al arco pero que falló las definiciones y que se fue apagando sobre el cierre de la etapa por la acumulación de infracciones.
Para el segundo tiempo la tónica del juego fue similar, ADEFU se equivocó mucho con la pelota en los pies y no logró generar demasiado peligro, por no decir nada, y el Santo de tanto ir e ir, a los 8:51 Gastón Cornejo tomó una pelota de primera que le bajó el Mono Chávez y la clavó al ángulo de un certero Tomy Converso.
El descuento en el marcador entonó a San Isidro que quiso ir por más, pero abusó de la pierna fuerte y bien los árbitros controlando estos excesos que lo llevaron a llenarse de faltas y a tener que bajar esa intensidad en la marca por llegar tarde a los movimientos del rival, quien comenzó a sentenciar la historia a los 14 minutos de este complemento tras una enorme e imparable contra en soledad con mejor definición.
Ya sacados, San Isidro le permitió al rival tener tres tiros libres sin barrera, permitiendo además el ingreso de Coki Chávez a ejecutarlos, acertando los primeros dos y marrando el último, pero suficiente para dejar el marcador 6 a 1 que le permitió adueñarse de la Copa Centenario.