El panorama económico actual de la provincia de Tierra del Fuego atraviesa una serie de complicaciones, como resultado del contexto nacional actual y a una falta de planificación estratégica en relación a las propuestas desarrolladas en el último tiempo para traer estabilidad y crecimiento a largo plazo.
Recuperar una mirada estratégica, que tenga como prioridad apoyarse en las características propias de la provincia y los perfiles que ofrece el mismo territorio, es clave para poder trabajar con aquellas industrias, como el turismo, que exaltan el potencial de la región.
Las fortalezas de la industria del turismo radican en la capacidad de beneficiar tanto a Ushuaia como a Tolhuin y Río Grande. A diferencia de otros desarrollos económicos, integra varios sectores y actividades, se trata de una industria que penetra en el tejido productivo de toda la provincia.
Industria Promovida
Es imposible pensar en que la actividad industrial sea reemplazada por el turismo pero si se pueden pensar como actividades complementarias. Al tratarse de una industria que exporta servicios se mantiene relativamente ajena las fluctuaciones económicas de la provincia y del país. Por esta razón, con voluntad del estado, el turismo podría proyectarse como un motor de economía estable frente a la recesión de otras actividades.
La caída del empleo Industrial provincial entre octubre de 2015 y octubre de 2018 fue del 41,2%. La perspectiva no es alentadora si, como se prevé, no hay una fuerte recomposición del consumo interno.
En la actualidad, sólo el empleo directo de la industria promovida representa el 27,5% del empleo privado registrado provincial. A esto debería agregarse el empleo indirecto (transporte y logística, servicios de limpieza, seguridad, comedor, entre otros) y el empleo inducido a través del apalancamiento de otras actividades a partir del gasto que realizan los empleados de esta industria. En Río Grande, donde se concentra el 69% del empleo industrial de la provincia, un escenario de discontinuidad de la industria representaría la pérdida casi inmediata del 50% del empleo privado registrado.
Hidrocarburos
Por otra parte, la extracción de hidrocarburos representa la principal actividad productiva luego de la industria promovida. Si bien es notable el peso que esta actividad presenta en el producto provincial (cercano al 17% del PBG) en términos de empleo la relevancia es significativamente menor, sumando solamente 876 puestos de trabajo directo en el 3er trimestre de 2018 (2,6% del empleo privado registrado en la provincia). Las características del empleo de la industria son: mano de obra especializada sin radicación o permanencia y servicios que provienen de otras provincias.
Si se analiza la evolución de la producción y empleo, el salto que pega la producción de gas a principios del 2016 no tiene incidencia en la cantidad de empleos generados por el sector, por el contrario, coincide con una merma importante del mismo. Si el objetivo es generar más puestos de trabajo, no alcanza con que una actividad en si se sostenga, es necesario que también aporte un beneficio en el tejido económico a través de los encadenamientos territoriales con otras actividades.
Otros recursos naturales
Otros sectores relacionados a la extracción de recursos naturales, como la actividad forestal, extracción de turba, no sólo tienen una proyección finita, sino que de muy baja escala. No cuentan con valor agregado, suma pocos actores y casi ninguna relación con otras actividades productivas. La pesca de altura, por su parte, funciona como otro enclave económico. Es relativamente poco de lo que se apropia el territorio de esa exportación, el empleo de carácter móvil de la pesca no necesariamente significa fuentes de trabajo para la región y tampoco tiene gran vinculación con el tejido productivo.
Salmonicultura
Una de las nuevas propuestas es la producción de salmónidos en el Canal Beagle. Desde una perspectiva de desarrollo territorial amplia, se plantean serias inquietudes alrededor de la posibilidad efectiva de que los habitantes de la provincia logren obtener beneficios significativos por su escasa vinculación con el territorio.
De acuerdo al proyecto piloto planteado, solamente se generarían 75 empleos directos, en su mayoría de carácter calificado por lo que probablemente un gran porcentaje se cubra con personal extranjero. En el caso del empleo indirecto, podría ser equivalente a 177 puestos de trabajo, posiblemente menos de 48 de ellos cubiertos en la región.
Además, los impactos ambientales son incalculables. Significarían un costo muchísimo mayor en términos económicospudiendo provocar grandes pérdidas a empresas y a otras actividades como el turismo, costos al estado e impactos al ecosistema y es improbable por otro lado, que al corto plazo la provincia pueda apropiarse de los beneficios de la industria.
Turismo
Hasta hoy, la industria del turismo, sin una estrategia clara, sin inversión y, siendo un sector marginado con poca planificación, sigue presentándose como un pilar fuerte, aportando el 15% del empleo privado registrado provincial. Es una actividad que demanda mucha mano de obra de perfiles de calificación diversos y sobre todo locales.Emplea directamente a 7.200 personas e indirectamente a 16.500, siendo el efecto multiplicador desconocido.
A su vez, articula con la mayoría de los sectores productivos generando una cadena de valor necesaria para poder fortalecer la prosperidad de los fueguinos.
Por sobre todo cuenta con una proyección infinita, ya que está basada en la geografía y naturaleza de la región sin necesidad alguna de extracción.
El crecimiento de la provincia depende de la creatividad frente a los problemas estructurales a los que se enfrenta la provincia y de saber aprovechar finalmente la oportunidad “latente” y tantas veces puesta a un costado, de apuesta al turismo. La industria está mermando, la estructura actual del estado no permite más crecimiento, la extracción de recursos naturales es limitada y como se puede observar, no necesariamente conduce al progreso y la equidad.
Por la organización Sin azul no hay Verde.
