El punto de mayor captura de carbono en Argentina está en Tierra del Fuego

Un reciente estudio ha demostrado que, por unidad de superficie, Península Mitre es el lugar de mayor captura de carbono en Argentina.

Península Mitre hoy almacena un total de 315 millones de toneladas métricas de carbono, el equivalente a más de tres años de emisiones de dióxido de carbono de toda la Argentina, según el último inventario nacional.

La región de Península Mitre tiene hoy más carbono almacenado que cualquier área protegida del país, y cada hectárea de la Península tiene más del doble del stock de carbono que parques nacionales icónicos, como el Lanín y el Nahuel Huapi.

Si se destruyera la turba, el carbono almacenado en el suelo y la biomasa vegetal de Península Mitre podría regresar a la atmósfera, aumentando así el efecto invernadero. Es por eso que es importante la creación del Área Natural Protegida Península Mitre a través de la sanción de la ley que le otorgue un marco legal de conservación y que pueda contar con un cuerpo de Guardaparques provincial y un fondo para la efectiva gestión de todas las áreas provinciales.

Rodolfo Iturraspe, Secretario de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, recordó que “las turberas cumplen una función importante en la regulación del ciclo de carbono, el carbono es parte fundamental de la materia orgánica, la materia orgánica es sintetizada por las plantas, las plantas toman el dióxido de carbono y lo fijan como materia orgánica.”

“En ese ciclo, lo que sucede normalmente, es que es carbono que se fija en casi todas las plantas, cuando la planta muere eso se descompone y el carbono vuelve a la atmósfera, es un ciclo relativamente rápido en términos de la dinámica global” agregó.

“Lo que sucede con las plantas de las turberas es que no se descomponen, entonces todo el carbono que va fijando, queda en la turbera y lo que va pasando es que la turbera va juntando toda es materia orgánica y va incrementando de espesor con el tiempo. Todo esto muy lento, pero un proceso que es continúo” detalló.

“Las turberas crecen indefinidamente, y esa es la gran diferencia. Entonces la capacidad de secuestrar permanentemente el carbono la tienen las turberas, pero no lo tienen los bosques” insistió.