Sofía Herrera: «Nuestra búsqueda no ha terminado», dijo María Elena Delgado

María Elena Delgado, la madre de Sofía Herrera expresó en una conmovedora carta su desazón por el fracaso en el último operativo en Ayacucho.»Necesitábamos creer que nuestro sueño de reencontrarnos con Sofía por fin se haría realidad», expresó.

La niña se encuentra desaparecida desde hace 10 años en Río Grande. La familia la sigue buscando, recorriendo el país con su imagen.

¿Donde está Sofy?

La mañana del domingo 28 de septiembre de 2008 la familia Herrera, on un pareja de amigos – Paloma y Silvio- y sus hijos, decidieron realizar un pic-nic al camping John Godall, ubicado a la vera de la Ruta 3, entre Río Grande y Tolhuin, en Tierra del Fuego.

Llegaron al lugar cerca de las 11:20. María Elena cursaba la semana 16 del segundo embarazo, que la tenía a mal traer. Paloma y ella esperaron en la camioneta a los hombres, que habían ido a buscar un lugar donde acampar. Diez minutos y tras recorrer sólo 100 metros después, los maridos regresaron para avisar el lugar elegido, pero una pregunta resonó: ¿dónde está Sofía? Hasta hoy, no hay respuesta.

La carta de María Elena Delgado publicada en su muro de facebook:

Gente querida:
Como es de público conocimiento, el jueves vivimos un día cargado de emociones y nostalgia. En la ciudad de Ayacucho habría una niña con posibilidades de ser nuestra amada Sofi.
Al mediodía, en el momento que cruzábamos la barcaza, nos entró una llamada de un periodista de San Luis anunciándonos que habrían encontrado a nuestra hija. Nuestra ilusión fue decayendo cuando nos informaron el lugar y el contexto, pues hacía unos días que nos habían enviado fotos y datos de una chiquita que a pesar de tener similitudes con nuestra hija, no se trataba de ella. En medio de esa noticia teníamos que continuar viajando hacia Río Gallegos perdiendo toda señal en los celulares.
Con Fabián lloramos, reímos e imaginamos la mejor navidad con nuestra hija, con nuestra Sofi. Nuestro deseo era tan pero tan intenso que deseábamos tomar un avión para llegar hasta el lugar. Necesitábamos creer que nuestro sueño de reencontrarnos con Sofía por fin se haría realidad. Una vez recuperada la señal en los celulares comenzaron a ingresar mensajes y llamadas. Nuestros teléfonos no paraban de sonar, de recibir fotos y palabras de aliento. Recibíamos videos en simultáneo con el allanamiento por parte de vecinos del lugar.
Dicen que las madres tenemos un sexto sentido y reconocemos a nuestros hijos pase lo que pase. Yo en ese momento muy internamente sentía que comenzaba a derrumbarse mi ilusión, nuestra ilusión vivida, porque a medida que ingresaban detalles de lo que iba sucediendo comprendía cada vez más que esa chiquita no era mi hija. No era nuestra Sofi.
A pesar de haber pasado por esta situación muchísimas veces, continuamos experimentando el mismo dolor que queda arraigado internamente en nosotros al tomar conciencia que otra vez, no logramos encontrar a Sofi. Nuestros vecinos de Río Grande lloraban, nuestros amigos estaban felices, toda la gente que aún no conocemos personalmente pero que sabemos que nos acompañan en esta búsqueda permanentemente, hacían llegar muestras de alegría y felicidad por lo que estaba sucediendo. La casa de mi madre se llenó de gente, ella estaba confundida pero también lloraba de tanta felicidad.
Por un momento a pesar del dolor y el extraño sentimiento que nos queda después de habernos golpeado con la realidad una vez más, agradecimos a Dios porque a pesar que nuestra búsqueda no ha terminado, a pesar que nuestra Sofi aún no aparece, a pesar de tantos esfuerzos no logramos encontrarla, a pesar de todo el dolor y la incertidumbre que genera no saber cómo está y con quien está nuestra chiquita, a pesar de todo… nos dimos cuenta que no estamos solos. Una vez más Dios nos muestra que debemos continuar pero sentimos que lo hacemos en compañía no solo de familiares y amigos, sino de millones de personas que de alguna forma imaginan como se siente la ausencia de un hijo.
Una vez más, no pudo ser… con la certeza que llegará el día que podamos reencontrarnos con Sofía. Mientras tanto no queremos dejar de agradecer a todos los que nos ayudan acompañándonos en esta búsqueda.
Gracias a todos por no dejarnos solos en nombre nuestro y de nuestra hijita SOFÍA YASMIN HERRERA .