Con la crisis en los últimos años se registró un traslado de los automovilistas que utilizaban nafta premium hacia la súper. Este fenómeno hizo que, mes a mes, el combustible más caro perdiera compradores pero, por otro lado, que creciera el más barato.
A pesar de esto, resulta insuficiente para sostener la venta y por primera vez en tres años y medio, en agosto cayó también la venta de nafta súper.
Según los datos de la Secretaría de Energía, durante el mes en que los precios estuvieron congelados, la comercialización de naftas y gasoil al público bajó 3,7% respecto al mismo período del año anterior, según publica el sitio Surtidores.com.
Además del retroceso del 1,22% de la nafta súper; la premium cayó 10,64%, el gasoil cedió 1,47% y el diesel premium, 7,58%.
Según los expendedores, la baja de las ventas está ligada a la falta de oferta y a la aplicación de cupos por parte de las petroleras en medio del congelamiento de precios, sostiene Surtidores.