Por Esteban Parovel.
Tras el retorno a la provincia, el conjunto de Ushuaia celebra la consagración en el Patagónico de Selecciones, y ya más tranquilo, al imponerse 3 a 2 en el clásico final, el técnico Lucino Montiel destacó la preparación del seleccionado de la capital para destronar al pentacampeón Río Grande.
«No puedo describir este momento. Fueron cuatro años de trabajo con algunas vicisitudes; esto es para nuestra familia que siempre nos bancó y sufre las ausencias y muchas horas fuera de casa. Es para toda la gente, que fue muchísima que se prendió por diferentes vías para festejar con nosotros la obtención del campeonato», manifestó el orientador.
«Esta selección hizo las cosas muy bien», reconoció el orientador, que orquestó todo el proceso previo de entrenamiento con la mira centrada en la competencia. Y añadió: «No solo dentro de la cancha y afuera también; descansaron y comieron como debían hacerlo. Se cuidaron en todo instante, y eso también fue un factor importante».
Desde el inicio de las prácticas, y obviamente, al arribar a la Cuenca Carbonífera, «todos buscábamos este objetivo de ser campeones, desde que iniciamos los entrenamientos este año nos trazamos la idea de venir a la Cuenca Carbonífera a quedarnos con el premio mayor. Estamos muy felices».
Por su parte, Walter «Mono» Hidalgo, que fue figura con su experiencia y su aguerrida defensa en las instancias finales, apuntó que «armamos un gran grupo con los chicos. Fuimos con la intención clara de ser campeones».
«Este año me sumé y se armó un muy lindo equipo. Ahora estamos festejando después de mucho trabajo y sacrificio», aseveró el jugador ushuaiense.
Por último, hizo mención y un reconocimiento especial a quienes estuvieron siempre a su lado. «Este torneo es para nuestra familia y para toda la gente que nos acompañó y nos apoyó desde un primer momento», sentenció con muestras claras de emoción y felicidad.
Fuente: Tiempo Fueguino
