Un investigador argentino presentó un dispositivo que brinda mayor precisión en el chequeo cardíaco

Se trata de una de las innovaciones más recientes en electrocardiografía que aporta información adicional al electrocardiograma. Si bien aún no está validado, especialistas consultados por Infobae creen que la novedad “suma una nueva herramienta al chequeo de rutina o al apto predeportivo porque permitiría evaluar mejor las válvulas”

Los avances en medicina del corazón fueron muchos y variados en los últimos años. De la mano de los progresos en el diagnóstico por imágenes hoy es posible “ver” casi en tiempo real la forma y funcionamiento de uno de los órganos más importantes del cuerpo humano.

En el campo de la electrocardiografía, el investigador argentino Mario Mc Loughlin, especialista en diagnóstico por imágenes y medicina interna, acaba de presentar un nuevo sistema con mayor sensibilidad y precisión en los resultados de este estudio.

El proyecto, que se presentó en el Congreso Internacional de Arritmia y fue publicado en el último número de la revista Journal of Electrocardiology, fue desarrollado junto con estudiantes y docentes del Instituto de Ingeniería Biomédica de la Facultad de Ingeniería de la UBA, y se desprende de un desarrollo anterior: el “estetoscopio Doppler”, que Mc Loughlin presentó al concurso nacional de innovaciones Innovar en 2012.

Consultado por Infobae, el médico cardiólogo Jorge Tartaglione (MN 67.502) describió el dispositivo como “la utilización del electrocardiógrafo, que mide la actividad eléctrica del corazón desde e la superficie del cuerpo, con un sistema similar al estetoscopio, que agrega información adicional del movimiento en forma conjunta”.

Y tras destacar que el innovador método se encuentra en etapa de investigación, el presidente de la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) sostuvo que “el electrocardiógrafo es un elemento extraordinario, en el que la pericia del médico que lo hace es muy importante”.

El aparato “se apoya sobre el corazón, igual que el estetoscopio común, para percibir la circulación de la sangre y el funcionamiento de las válvulas. Es la misma tecnología que se emplea en obstetricia para escuchar el corazón del feto, salvo que perfeccionada con filtros que anulan los ruidos graves y fuertes que generan las paredes del órgano cuando se mueven para enfocarse en las válvulas y en la sangre”, describió Mc Loughlin durante la presentación del dispositivo.

“Todos los avances que hay con los estetoscopios son extraordinarios; los avances en cardiología son enormes, abismales y esto viene a sumar a la tecnología diagnóstica”, consideró Tartaglione, para quien “lo más interesante actualmente es la resonancia magnética con inteligencia artificial”.

“Falta validación en varios estudios; es interesante poder escuchar el doppler con un estetoscopio pero no permite verlo”, opinó en tanto el médico especialista en cardiología y medicina de estilo de vida Gabriel Lapman (MN 119066), para quien, de ser validado, “el paso siguiente sería que los especialistas aprendan sobre esta nueva tecnología y cómo interpretar esos sonidos”

“Creo que la nueva herramienta suma al chequeo ejecutivo o predeportivo porque permite evaluar mejor las válvulas; habría que estar expectante pero sabiendo que no reemplazará, al menos en un principio, al electrocardiograma -evaluó-. Puede ser una técnica complementaria, pero para que las nuevas tecnologías se instalen como gold standard, que hoy lo componen el chequeo clínico, electrocardiograma y ecocardiograma requerirá un tiempo considerable de transición”.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en la Argentina y en el mundo. Cada año fallecen en todo el planeta 17,9 millones de personas por enfermedades cardiovasculares, incluida la enfermedad cardíaca y el accidente cerebrovascular.

Sólo en el país se producen entre 40 y 50 mil infartos de miocardio al año y según estimaciones del Ministerio de Salud y Desarrollo Social, las enfermedades cardiovasculares crecen a un ritmo mayor al de la tasa de población, y ya alcanzan un 39,3%.

Fuente: Infobae