Con fines científicos, el 22 de febrero de 1904 se fundó la Base Orcadas en la Isla Laurie en las Orcadas del Sur en la Antártida Argentina, marcando la presencia Argentina en las altas latitudes del sur.
Durante los primeros cuarenta años, Argentina fue el único país en dedicarse a la ciencia de forma permanente e ininterrumpida. Seguidamente, nuestro país aumentó su capacidad en cantidad de bases, científicos y tecnología.
La presencia y trayectoria de Argentina en la Antártida permitió estar presente de forma activa en las relaciones diplomáticas, logrando ser en 1959 uno de los doce países signatarios de un tratado de paz y ciencia, el Tratado Antártico.
Hoy nuestro país continúa incesantemente realizando ciencia en Antártida y apoyando las operaciones logísticas que el continente requiere. Siempre en un marco de paz y de ciencia, Argentina aporta conocimiento científico, formación educativa y académica, proyectos de conservación de la biodiversidad antártica, programas de cooperación científica, apoyo logístico y desarrollo tecnológico en sus bases.
Es importante destacar que Argentina desde 1991 (de acuerdo al Protocolo de Protección ambiental Antártico) apoya operaciones de logística científica, monitoreo de las navegaciones antárticas en las aguas del Atlántico Sur, y también brinda apoyo al turismo antártico desde diferentes puertos del país.
En este marco, se destaca a la ciudad de Ushuaia por su rol como Puerta de Entrada a la Antártida, ubicada a tan solo 1000km de la Península Antártica, cubre más del 95% del turismo antártico mundial. El Fin del Mundo cuenta con toda la infraestructura necesaria para el desarrollo del turismo antártico, dando la oportunidad de formar recurso humano genuino. Además, Tierra del Fuego cuenta con el Centro Austral de Investigaciones Científicas, la Universidad Nacional de Tierra del Fuego y diferentes organismos municipales y provinciales que favorecen que científicos locales puedan profundizar sus estudios antárticos, como así también, la formación de profesionales en la actividad turística.
La ciencia en Antártida es la lengua franca para la humanidad y las Naciones. Argentina mantiene esta postura firmemente como parte de su cultura y sus prácticas sociales. Por ello, cada 22 de febrero se despierta en nuestros corazones la incansable misión de que la presencia antártica argentina es por siempre.